jueves, octubre 27, 2011

Música contemporánea para todos

Hoy en clase de orquestación hemos estado discutiendo un rato qué leches pasa, no ya con la música culta si no con la contemporánea, viva.

Bueno, una de las conclusiones en la que estoy de acuerdo con el profesor es que, realmente, hay mucha música contemporánea que a cualquier oído con un mínimo de curiosidad y sin ninguna formación musical le atrae. De hecho, la música debería estar siempre pensada para gente sin ninguna formación musical. Si no funciona con mi madre, no funciona.

También comentó, y con razón, que ahora mismo metemos en un concierto de música contemporánea a un puñado de "artistes", esto es, músicos, y a un puñado de, por ejemplo, cocineros, y muy seguramente los segundos saldrán mucho más contentos y entusiasmados. Tanto machaque nos dan con la música tonal en los conservatorios. Me refiero a casi exclusivamente los siglos XVIII y XIX.

De ejemplos que pusimos de música más o menos viva que había entusiasmado a gente profana dimos los siguientes:

Steve Reich, Desert Music:


Gyorgy Ligeti, estudio nº13 "escalera del diablo". Esta a mi hermano le encantó la primera vez que la escuchó, y estudia Bellas Artes, que ya se sabe que con la música nada que ver. Vale, Ligeti palmó hace cinco añitos, pero casi casi es música contemporánea:


Y por último, cualquier cosa de Arvo Pärt:


La verdad, me da que esta música no se escucha más sencillamente por un problema de promoción. Hace unas décadas, un tío de una discográfica hizo una apuesta a que subía una obra de música clásica contemporánea al primer puesto de más vendidos/escuchados en Inglaterra. Y vaya si lo consiguió. Así se hizo famosa la 3ª Finfonía de Gorecki, sobre todo el 2º movimiento:


Me cago en todo, acabo de enterarme de que Gorecki palmó el año pasado. Cosas de esas que no salen en las noticias :'(. Tendré que estar al loro con Pärt, que también está mayorcito.

Tampoco ayuda a todo esto que en las salas de conciertos sólo se programe Brahms, Beethoven, Mahler y como mucho Ravel. Aunque claro, teniendo en cuenta que la mayoría del público tiene alrededor de los cien años, también tiene su sentido.
En fin, que lo que falta es promoción y mercadotecnia. Si pudo Gorecki, ¿por qué no Stockhausen?