martes, enero 17, 2012

El Estado odia la competencia

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/01/17/noticias/1326792795.html

"Una empresa alemana pone en riesgo el sistema de transplantes"

Pero, vamos a ver, qué tiene de malo que, a parte de los cauces estatales, haya una empresa que se dedique a coordinar donantes y receptores de médula ósea. ¿No es maravilloso, más gente que puede recuperarse de enfermedades crónicas gracias a esto?

Si la competencia fuera desleal, si fuera más barato que la SS y por eso la gente acude a ellos, bueno, tendría sentido. Pero es que en los hospitales públicos el transplante es gratis, y a estos señores hay que pagarles casi 15.000 euros. ¿Cómo es que ponen nada en peligro, con lo agarraetes que somos los habitantes de España, tierra de la piratería por excelencia?

Aah, resulta que la empresa es mucho más eficiente, tanto en el tiempo que tardan en atenderte, comparado con las listas de espera públicas, como en la base de datos de donantes, mucho más completa que la del REDMO (el registro oficial español).

Hay gente que está dispuesta a pagar ese precio para evitarse colas y tener más posibilidades de encontrar un donante compatible. Y la SS sigue ofreciéndo su sistema de forma "gratuita" (para el que recibe la donación, que gratis no hay nada).

¿Dónde está el peligro, en que la gente tiene criterio propio y prefiere pagar? ¿Se va a quedar la SS sin donantes? ¿Toda la gente solidaria que estaría dispuesta o se ha inscrito en el registro público va a dejar de serlo de golpe y porrazo? ¿No ha encontrado esta empresa a un montón de gente que la solidaridad se la bufa, pero que por cincuenta euros no tienen ningún problema en pincharse la espalda?

La médula ósea no es un riñón, es como la sangre o el semen: uno puede donar sin defectos a largo plazo. ¿Porqué el sémen sí, pero la sangre o la médula no?

Es puro odio a la libertad, a la de las personas para que elijan, a la de los empresarios para que busquen fallos y los corrijan. Desconfianza en los ciudadanos, nos tratan como niños que necesitamos ser tutorizados y guiados por nuestra vida. A pesar de que no saben ni cómo nos llamamos.