martes, diciembre 13, 2011

Domingo paella

Pues eso. El domingo pasado tocaba paellaca en la dacha de mi padre.


Para mi fué un día nacionalista, de regodeo en todas esas cosas que son tan nuestras pero que no aparecen en las pelis yankis, y que por desgracia los artistas patrios o no ven o no sienten. Claro que cada uno tiene una experiencia vital distinta. Esta es la mía.


El pato Felipe, que al final no entró en la paella, pero que queda para la próxima. Esto tan normal a los guiris les pone el pelo de punta.


 Mi abuela al sol de invierno. Estampa muy mediterránea, pues aquí en diciembre, de nieve, nada.


El asunto. Buen color y mejor sabor.
 

Siesta, la mitad dentro de casa, que hace frío, y los que no tienen sueño o tienen ganas de jugar, a la calle con los animales.


Y esta me encanta, mi primo Gonzalo curioseando el cubo donde mi padre está desplumando al pato. Esto no lo enseñan en la escuela.

Las fotos las hice con el móvil, pero como había bastante luz el resultado no es demasiado espantoso.
Se ve que me ha dado la semana de retorno a la infancia.